¿Cómo limpiar el acero inoxidable?

Los electrodomésticos de acero inoxidable son muy elegidos en los hogares modernos por su diseño actual y durabilidad. Es un metal duradero y resistente y aunque no existen fórmulas milagrosas para que siempre se mantenga brillante y como nuevo, sí que puede mantenerse por más tiempo su esplendor inicial si la limpieza la realizas de forma adecuada. También encontramos acero inoxidable en otros elementos de los hogares como cubertería, ollas o cacerolas, campanas así que te vendrá bien conocer las siguientes recomendaciones.

En primer lugar te recomendamos que evites los siguientes productos a la hora de limpiar el acero inoxidable:

• Detergente en polvo: puede provocar arañazos y marcas en la superficie de acero.
• Estropajos abrasivos que también pueden provocar arañazos en la superficie.
• Limpiadores de plata ya que estos productos provocan corrosión en el acero.
• Lejías u otros productos desinfectantes clorados que también pueden provocar corrosión.

Recomendaciones para limpiar el acero inoxidable.

Para limpiar el acero inoxidable de las diferentes superficies debes evitar entonces los productos mencionados anteriormente y utilizar un paño de microfibra con agua caliente y un poco de amoniaco disuelto en agua. Para las manchas más rebeldes también puedes utilizar una esponja, pero es imprescindible no usar estropajos ni lejías o limpiadores en polvo potentes como ya te hemos dicho anteriormente ya que estos podrían dañar la superficie del material.

• El bioalcohol o limpiacristales puede ayudarte a que la superficie quede brillante y a que no queden huellas pero debes acordarte de secar bien la superficie.
• También puedes utilizar vinagre o zumo de limón diluido ya que conseguirás un efecto de limpieza y brillo similar al del amoniaco o bioalcohol.
• El bicarbonato sódico puede ayudarte a liminar restos de café de ollas y cafeteras de acero inoxidable.
• También puedes utilizar productos comerciales específicos para este material pero siempre recomendamos leer bien las etiquetas de los productos y asesorarse con un profesional.